RT @alejandromayam: Me acaba de chocar un vehículo toyota prado de placas JCZ793 y se fugó, casi nos mata. “Glorieta Cra 15 con Calle 100…
Esta es nuestra propuesta técnicamente posible y moralmente necesaria para transformar el Congreso de nuestro país. Aquí les presentamos cuatro ejes:
Soy fundadora de la veeduría ciudadana Trabajen Vagos, la misma que ha denunciado e investigado el ausentismo parlamentario y la falsedad en los títulos académicos de nuestros congresistas, entre otras “jugaditas”. Los senadores David Barguil y Julián Bedoya, por ejemplo, fueron puestos en la mira de la justicia por cuenta de nuestras investigaciones documentadas y rigurosas.
Estoy convencida de que enfrentarse a la corrupción política y a su relación con la criminalidad de frente, es una tarea difícil y peligrosa en Colombia
Estoy convencida de que enfrentarse a la corrupción política y a su relación con la criminalidad de frente, es una tarea difícil y peligrosa en Colombia; son pocas las personas dispuestas a hacerla de una manera rigurosa como lo ha hecho a quien les quiero presentar: este súper equipo tendrá en el Senado a Ariel Ávila Martinez, reconocido investigador, analista y guardián, como pocos, de la democracia.
Ariel es politólogo y magíster en sociología de la Universidad Nacional. Desde 2013 se desempeñó como subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, hasta que en 2021 decidió, como yo, emprender el camino de la renovación de Colombia en 2022.
Como defensor de la Paz, participó en la construcción del Acuerdo de Paz y en la campaña del Sí en el plebiscito. Sin embargo, el país lo reconoció por sus denuncias entre 2006 y 2011 contra miembros de la Fuerza Pública vinculados a los falsos positivos y contra políticos que se aliaron con los paramilitares en lo que el país conoció como “la parapolítica”. Por estas investigaciones, Ariel se tuvo que exiliar del país un tiempo.
En 2013, junto con León Valencia y otros socios inició la Fundación Paz y Reconciliación (Pares). Desde ahí investigó y denunció los 54 Clanes políticos que mandan en Colombia e hizo veeduría a todos los procesos electorales. Ha denunciado y enviado a la cárcel a diversos personajes de clanes políticos como los Ñoños, en Córdoba; los Gnecco en el Cesar y los Suárez Mira en Antioquia, entre muchos otros.
Soy fundadora de la veeduría ciudadana Trabajen Vagos, la misma que ha denunciado e investigado el ausentismo parlamentario y la falsedad en los títulos académicos de nuestros congresistas, entre otras “jugaditas”. Los senadores David Barguil y Julián Bedoya, por ejemplo, fueron puestos en la mira de la justicia por cuenta de nuestras investigaciones documentadas y rigurosas.
Soy una mujer caribe, que llegó a Bogotá hace 17 años –desde las regiones– como la mayoría de sus habitantes: buscando una oportunidad y cumplir nuestros sueños. Nací en un pueblito del Cesar, ¡La Paz! Soy comunicadora social y periodista de la Universidad del Norte en Barranquilla, magíster en Estudios Políticos de la Pontificia Universidad Javeriana y becaria del programa Liderazgo Por Bogotá de la Universidad de los Andes.
Me he desempeñado como periodista en espacios como La Luciérnaga de Caracol Radio; como docente universitaria, activista política e investigadora desde el enfoque de cultura ciudadana. He trabajado como asesora y jefe de comunicaciones estratégicas en el sector público y privado.
Por mis investigaciones a los congresistas y nuestro alcance en medios de comunicación y redes sociales, la compañía de consultoría e investigación Cifras y Conceptos me destacó como una de las mujeres en el top de líderes de opinión en Colombia, según su estudio ‘Panel De Opinión 2020’.
Hace cinco años inicié, junto a un grupo de amigos activistas, el sueño de mi vida: una veeduría ciudadana al Congreso de la República llamada ¡Trabajen Vagos! Desde allí revelamos la primera investigación sobre ausentismo parlamentario de un cuatrienio (2014-2018); la falsedad documental en diplomas y excusas médicas; diversas “jugaditas” y micos legislativos y en semanas pasadas lanzamos la investigación ‘Los vagos del Zoom’, un ejercicio que documentó cómo los congresistas se aprovecharon de la pandemia y de la virtualidad para evadir sus responsabilidades, a pesar los altos sueldos y las gabelas de las que gozan con cargo a nuestros impuestos.
También soy la orgullosa mamá gatuna de Lulo y Mota. Ahora la casa y mi vida están llenas de pelos y, sin lugar a dudas, han cambiado mi vida desde que llegaron en la pandemia. ¡Mi religión es ser felizmente gatólica!
Ahora daré mi primer salto de la política ciudadana a la electoral: ¡como activistas e investigadores hemos entendido que la única forma sostenible de transformar el Congreso es desde adentro! Así que me he propuesto llegar a la Cámara de Representantes por Bogotá en fórmula con quien será el mejor senador: el politólogo e investigador, ¡Ariel Ávila! Juntos vamos por una renovación del Congreso, en lista abierta y programática por el partido Alianza Verde.